Con motivo de este hito que nuestra iglesia ha alcanzado, queremos agradecer al Señor Jesús con este versículo muy querido por nuestro difunto pastor y fundador y su esposa:
"asta aquí nos ayudó Jehová" (1 Samuel 7:12).
La vida humana se puede comparar con un viaje en tren.
Mirando por la ventana ante nuestros ojos vemos destellos del paisaje, en constante cambio. Los colores también siempre son diferentes: a veces brillantes, a veces apagados. Cuando el tren se detiene en las estaciones vemos gente subiendo y bajando mientras permanecemos sentados en nuestros asientos, esperando llegar a nuestro destino.
Este año marca un hito importante para nuestra comunidad: hace treinta años, en mayo, por primera vez, nuestra iglesia abrió sus puertas para recibir a todo aquel que quisiera entrar, tal como los viajeros que suben al tren a la hora señalada y buscan un lugar donde sentarse.
Con esta breve reflexión queremos agradecer al Señor Jesús que nos acogió en su tren para llevarnos a la casa del Padre.
La invitación también se extiende a ti: ¡cuando quieras puedes venir a visitarnos
para continuar el viaje juntos!
¡Dios nos bendiga!